Soberanía alimentaria

La alimentación justa

Recientemente, la ONG GRAIN ha recibido el Premio Nobel Alternativo por su lucha contra el acaparamiento de tierras. Según su coordinador internacional, Henk Hobbelink, "se está expulsando a pueblos de sus tierras con nuestro dinero". Camila Montecinos, miembro de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), habla en esta entrevista publicada en Noticias Positivas de “acaparamiento de tierras”, “ruralización de las ciudadades” y “privatización de las semillas”. En Estados Unidos, unos 300.000 agricultores orgánicos han demandado a Monsanto, una empresa que vende semillas modificadas genéticamente, por usar tácticas de mano dura contra pequeños y medianos agricultores. Esther Vivas, investigadora en políticas agrícolas y alimentarias y movimientos sociales alternativos, asegura que "el actual modelo alimentario genera hambre" y denuncia que "los gobiernos y las empresas hacen negocio" de ello. “Los mismos que nos condujeron a la crisis de las hipotecas subprime hoy especulan con los alimentos”, dice la componente del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.  

Vivas aborda en Canal Solidario la soberanía alimentaria desde una perspectiva feminista y analiza el impacto de las políticas agroindustriales en las mujeres y el papel que desempeñan las campesinas de los países del Norte y del Sur en la producción y distribución de los alimentos. "El modelo actual de agricultura industrial e intensiva no sólo daña al medioambiente sino que acaba con la diversidad de cultivos y tiene un impacto muy negativo en las mujeres, que son las que mayoritariamente labran la tierra". La activista social explica en esta entrevista que "las mujeres producen más de la mitad de los alimentos del planeta y, sin embargo, son las más afectadas por el hambre". De hecho, ellas son las principales productoras del Sur aunque propietarias de tan sólo un 2% de la tierra.

La organización GRAIN lucha por potenciar el principio y las prácticas de Soberanía Alimentaria que, para Camila Montecinos, "es la lucha por la Humanidad, por el futuro libre y autónomo de los pueblos". Un movimiento para cambiar la manera en que se producen y distribuyen los alimentos que, según N+, se globaliza: "más de 500 representantes de 80 países han firmado una declaración por la que se establecen las aspiraciones y necesidades de quienes producen, distribuyen y consumen alimentos" y "las campañas para crear sistemas de alimentación justos y sostenibles" ya han llegado a Europa. 

El proyecto SENSE (Sostenibilidad medioambiental armonizada en la cadena de bebidas y alimentos europea), financiado con 2.890.067 euros a través del tema "Alimentos, agricultura y pesca, y biotecnología" (KBBE) del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea, engloba a 23 empresas, asociaciones alimentarias y centros de investigación. SENSE reune a investigadores, productores, transformadores y distribuidores para desarrollar un método armonizado útil para la evaluación precisa y eficiente del impacto medioambiental de los productos alimenticios con el objetivo de reducirlo en toda la cadena de producción, desde el procesamiento y la transformación hasta su distribución comercial. Un paso hacia la distribución sostenible de alimentos desde el punto de vista medioambiental.

Valentin Thurn ha investigado el despilfarro de comida en Europa y Estados Unidos. Fruto del trabajo de este ecologista alemán es el documental Taste the Waste ("Saborea el desperdicio"). La Directora de BioCultura, Ángeles Parra, está convencida de la necesidad de un cambio de actitud hacia la sostenibilidad en todos los sectores de la industria, el comercio, los servicios y gobiernos e instituciones y así lo ha declarado durante la celebración de la feria en Valencia.