esencia

Dicen que el camino más largo es hacia el interior: dura toda la vida. Y que solamente podemos cambiar el mundo si cambiamos por dentro. En realidad, creemos que nos transformamos y lo que hacemos es encontrarnos con nuestra propia esencia. Porque la única tarea del ser humano es SER humano y el propósito de la vida consiste en VIVIR: te invito a ser TÚ, tu ser auténtico.

Páginas

viernes, 26 de noviembre de 2010

¿Qué hacemos con nuestra vida?

En tiempos de crisis, oportunidad

¿A qué estamos dedicando nuestra vida? Mantengo una interesante y larga charla con un familiar. Él sostiene que HAY QUE trabajar para vivir y eso no siempre es agradable. Que finalmente tenemos que hacer algo que nos disgusta para ganar dinero y dedicar nuestro tiempo libre a lo que realmente nos gusta.

Estoy de acuerdo en que el trabajo es parte necesaria de nuestra vida, incluso puede ser gratificante ganarse el pan de cada día. Las nóminas, aunque nos aportan seguridad (una ilusión como tantas otras, por supuesto) nos hacen perder la perspectiva del presente, el ahora, el día a día. Traigo a la memoria la bíblica parábola de los talentos: cada uno tenemos unas capacidades que el otro no posee,y viceversa. Creo que ahí está una gran clave: descubrir para qué estás tú en esta vida y desplegarlo. Hemos cometido el error de dejar de tener en cuenta el talento de cada ser humano y a veces, incluso, casi “castigamos” al que despliega lo que lleva en su interior. En lugar de sacarle partido socialmente, como servicio a la comunidad. Qué distinta sería la vida si casa mañana te levantaras dispuesto a sacar lo mejor de ti, si todo tu trabajo fuera una continua creación y recreación de lo que llevas dentro, si toda nuestra misión consistiera en desplegar nuestra esencia y, además, nos pagaran por ello. Porque en esto que estoy exponiendo, y no en otra cosa, consiste TRABAJAR. Estoy convencida.

¿Nos lo permite el mundo que hemos creado? ¿Es posible en el ámbito de la empresa? ¿O somos nosotros mismos quienes no nos damos permiso?

Sirva la siguiente anécdota para ilustrar lo que quiero expresar. Desde hace tiempo sigo la pista a un tipo que asegura resuelve los problemas de visión gracias a un método de medicina tradicional china. Se lo he comentado a un amigo óptico y me muestra su reticencia a acudir ni siquiera a una de las charlas gratuitas que se imparten sobre el sistema. Su respuesta: “si de verdad corrige la visión, me quedo sin negocio”. Claro, su negocio es vender gafas y lentillas, además de revisar la vista a los clientes. Mi reflexión, que refleja por dónde creo que deberían ir los tiros: “si vas a la charla, conoces el método y compruebas que realmente funciona, entonces lo mismo es una señal de que puedes dar un giro a tu vida y dedicarte a ayudar a que la gente sane sus ojos”. Eso es lo que han hecho muchísimos de los profesionales que conozco, personas que gracias a un proceso interno han transformado su vida y su profesión. Miedos, resistencias y dudas siempre van a aparecer en el camino.

No hay comentarios: